Llegar al eje cafetero en el Quindio, proveniente del Putumayo, y haciendo escala en Ibagué por un par de días. Parecía que una aventura selvática terminada, para dar inicio a una aventura muy cafetera por Colombia. De los momentos en Ibagué, encantado por pasar unos dias en el hogar de un par de viajeros que recién había coincidido en Mocoa. Dos grandes viajeros e inquietos como yo con quienes había platicado que mi aventura continuaba hacia el mencionado Eje Cafetero, pero la cuestión es que no sabía si mi ruta llevarla por Calí y de ahí llegar a Armenia. Me convencieron de pasar a Ibague y que sin problema me podía quedar a dormir en su casa, que tenían un sofá cama disponible así que era una nueva oportunidad de hacer «Couchsurfing».
Mas de un susto nuevamente con esos choferes colombianos, toda la noche por carretera llena de curvas hasta llegar a las 4 de la mañana a la bella y arrocera ciudad de Ibagué.
Me atendieron como si fuera un amigo de muchos años atrás, arepas caseras y el desayuno en la mesa no me lo esperaba. Por la tarde tuve oportunidad de conocer un poquito de la ciudad de Ibague, su centro y cenar el típico patacón con unas cervezas que culminaron en una invitación a mis amigos a conocer México, era lo menos que podía hacer después del magnifico recibimiento.
La mañana siguiente ya tenía que tomar camino hacia Armenia, en donde ya había hecho previo contacto con Lina Tours para mi llegada a la Finca…así el camino es de Ibague a Armenia 3:30 mins por carretera, una vez mas llena de curvas y rebases prohibidos; justo ahí pensé que las distancias en Colombia deberían ser medidas en cantidad de rosarios rezados que lleva cada viaje…¡vaya locura! El costo de boleto esta vez Ibague-Armenia: $18,000 pesos Colombianos (COP).
Una vez llegando a Armenia tenía que tomar una «buseta» camino a Montenegro ($2,000 COP), ahí ya había hecho contacto con Lina, quien me guió en todo momento durante el camino. Me explicaba por teléfono donde había que tomar ahora la «busetica» y el tiempo que haría hasta Montenegro y donde debía bajarme; ya era de noche y me sentía como perdido en un laberinto recibiendo las instrucciones por mensaje o por teléfono. Al fin llegaba a Montenegro y me baja en una solitaria esquina, donde tomaría un taxi para llegar a mi destino esa noche, la Finca a donde iba a dormir: la del Bosque Nativo.
Era tarde, estaba hambriento, y dado que era Miércoles la finca estaba totalmente solitaria… pues me contaba quien me recibió que la ocupación completa es el fin de semana.
Por la mañana ya estaba puntual para la aventura; el chico encargado de la finca me acercaba en su moto a la carretera para conocer por fin a Lina, quien después me llevaría a las puertas del Parque del Café con mis tickets cortesía de Lina Tours. En la puerta del Parque vendedores me recomendaban un sombrero para el sol y la caminata, así que por $14,000 COP me adquirí uno. El parque del Café ye invita a adentrarte a la cultura cafetera con un sendero ecológico interpretativo donde vas conociendo la diversidad de plantas y el proceso de este; el camino es por demás interesante y cultural y tiene muchas mas actividades, como parque de diversiones, las cuales no hice porque no iba preparado por ello. La entrada al parque tiene diferentes paquetes, y van de los $39,000 COP hasta los $56,000 COP.
Como se produce, cuida y cosecha el café… con una breve historia del café Colombiano y como se ha posicionado a nivel mundial. Tiene unas magnificas vistas, yo hice la ida caminando y el regreso en Teleférico. Vale la pena conocerle, aunque de comida ahí dentro nada rescatable, los típicos platillos de cualquier parques de diversiones insípidos.
Después de pasar todo el día por el Parque volvía a Montenegro en una «busetica», ahí debía encontrarme nuevamente con Lina, mi nueva amiga en el Quindío. En Montenegro, una pequeña ciudad de unos 40,000 habitantes, con los típicos cafecitos de la esquina, unos mas antiguos que otros pero todos sin duda con el sabor y tradición de la zona cafetalera mas importante del país… ademas, no se olviden pedirlo como «un tinto por favor» que es lo equivalente al cafe americano o negro. Después de una amena charla , conocer acerca de las fincas y demás atractivos que tiene la zona volvía a la Finca para descansar.
Viernes por la mañana y estaba en camino hacia PANACA, el parque nacional de la cultura agropecuaria, al que por $1,700 COP se llega desde Montenegro y está a no mas de 30 minutos de camino. Un parque también cultural, mas orientado a los niños pequeños y su interacción con los diferentes animales que se pueden observar en una granja. Tienen pequeños shows donde muestran la vida en el campo, como se cuidan los animales y el hacer conciencia a fondo de que «sin campo no hay ciudad». Ahí se aprende y se puede admirar muchas especias de aves, avestruces, cerdos, caballos, toros, borregos, perros, producción de frutas y verduras en invernadero, etc.
Así que como conclusión, vale mas la pena si se va en familia o con niños.
Esa noche volvía a Quimbaya, donde me hospedaría porque a la mañana siguiente estaría de camino a Salento, así que tuve que despedirme de mi amiga Lina y sus grandes atenciones y con un recibimiento inmejorable que me hacía pensar y recordar que en Colombia si bien mucha gente no te ayuda, el porcentaje de gente buena es mucho mas alto…y ella era una notable persona que apenas sin conocerme me trato estupendamente. Así que si se andan por el Eje Cafetero no duden en orientarse con ella, tiene muchas opciones de hospedaje en fincas en el departamento del Quindío.
No hay mas que decir GRACIAS por encontrarme en el camino a gente tan buena, de gran corazón y con nobles sentimientos…
Yo tenia que continuar la ruta y era turno de viajar de Quimbaya a Armenia para después abordar el bus de Armenia hacia Salento… del que les contaré mas adelante mi paso por ese maravilloso pueblo y el espectacular Valle del Cocora…
Pueden revivir el #20diasxCol en este enlace y por supuesto mas fotos en la FanPage: MochileroSoy.
**El peso Colombiano estaba en aproximadamente $1960 por 1 Dólar americano.**
ACTUALIZACION AÑO 2023 (FEBRERO): 1 dolar es igual a $4,629 pesos colombianos.