¿Por qué dejaste de escribir?
Hace no mucho, a escasas tres semanas, me llegó un correo… ¡sorpresivo correo viajero!, esto en la dirección donde alguna vez configuré mi Newletter, ese que se utiliza para suscriptores del blog y que no se pierdan noticias o actualización al respecto. “El viajar un dia se detuvo” para todos, me escribieron, entre muchas cosas. Pero, a pesar del breve escrito, me preguntaban: Oye, viajero, -¿Por qué ya no escribes sobre tus viajes, anécdotas, aventuras y tips de viaje ?, ¿Dejaste de viajar?-.
¡Vaya que me sorprendió!, y por otro lado me dio tanto gusto…
Si, un día se puso pausa al viaje. La pandemia en sus inicios del 2020 nos obligó a prácticamente todos a hacer una pausa. Muchos no pudieron (no pudimos) hacer los viajes programados, muchos perdieron dinero por los anticipos del viaje, muchos se desmotivaron, muchos se asustaron, en fin.
Y, ¿Que pasó realmente?
Como poder explicar lo que realmente pasó cuando en realidad no pasó nada. Simplemente fue que las prioridades cambiaron, los ingresos bajaron, las oportunidades se estancaron. Las ofertas seguían existiendo y apareciendo. El turismo se paralizó un rato, pero al poco muchos volvieron al trajin del aeropuerto-hotel-aeropuerto. Yo vi mucha gente conocida que tuvo planes de viaje, se detuvo y después volvió a viajar como si no hubiera un mañana. Otros que han hecho mas viajes los años siguientes que los que hicieron 5 años atrás. Pero si hablamos de la actualización del blog, de los viajes personales, en familia, de exploración y aventuras. Si, todo se detuvo como si se hubiera paralizado. Como si de una estatua se tratara. Pero también se detuvo la escritura, por consecuencia.
¿Y ahora?, si que me lo pregunté algunas ocasiones como una pregunta muy general. Ahora que hago, ahora que escribo, ahora que haremos, ahora donde trabajo, ahora a donde nos vamos, ahora como compro un ticket aéreo. Lo que mas me interesaba era mantenerme bien, estable, en familia, unidos.
Se perdió la practica, se perdió el interés, se perdió el hosting del blog y con ello muchos posts que había hecho con tanto cariño y dedicación. Eso error me dolió mucho, y no es que haya caído en depresión, porque es una palabra tan usada a menudo para lo cual creo que requiere mas que un diagnostico de alguien profesional, pero si perdí mucha motivación al respecto. Perdí muchos amigos y conocidos, los que creía cercanos y que me apoyaron (y apoyaban) en algún momento. Entendí, con el pasar de los meses, que mientras eres útil eres tomado en cuenta, cuando “ya no nos sirves”… BYE!
Hoy por hoy… quien ha estado conmigo en todo momento, con apoyo mutuo e incondicional es uno solo y soy muy feliz por ello.
Por eso, te amo VivaAerobus.
Nuevos caminos, un nuevo rumbo…
El contexto y la intra-historia en cronología resumida: en Enero de 2018 me convertí en asesor en Seguros. Algo que para nada busqué pero que me llegó por circunstancias de la vida de amigos muy cercanos que partieron con anticipación sin dejar nada a sus familias. Me puse propósitos y metas de ayudar a cuanta persona se me ponía en el camino, con el fin de ayudar a estabilizar sus finanzas personales, tener metas financieras alcanzables, crear un patrimonio, pero sobre todo, PROTEGER a sus familias en caso de una adversidad de las que se presentan en la vida. Como en los viajes, cuando algo se nos presenta y que simplemente no podemos controlar.
Así, la vida me empezó a conducir por un viaje distinto, por un camino en el que diariamente iba descubriendo cosas nuevas… como cualquier viaje. Un camino nuevo y desconocido en el que me adapté rápidamente. Dejé de viajar, dejé de escribir, pero nunca he dejado de ayudar. Solo cambié un lapso de tiempo la escritura por la platica, y los viajes al exterior por viajes al interior de cada persona, por la reflexión.
Hoy es Febrero 2024, y me ha vuelto nuevamente una necesidad por volver a colgarme la mochila, por fotografiar y grabar cuanto paisaje se me pase por frente de los ojos. No hace falta, y sobra decir, que el 99% de las personas tenemos eso en comun: ¡amar viajar!.
Ahora, ¿qué sigue?
Con nuevos retos, con nuevas metas, con oportunidades abiertas. Con una nueva ilusión de viajar y descubrir el mundo y los rincones desconocidos que al verlos nos roban el aliento y nos sorprenden. Eso, eso quiero volver a hacer. ¡Hagámoslo!
Por coleccionar momentos, por tomar fotos y por sonreirle a la vida: ¡Buenos viajes!…