Blue Mountain Village y la ciudad de Toronto se encuentran separadas por apenas 2 horas, dentro de la provincia de Ontario. Luego de atravesar casi todo Canada (desde Vancouver), nos fuimos por carretera hasta ésta bella región al norte de Ontario, destacada por su producción de manzana, por sus sitios de descanso, atracciones, senderismo, lugares para esquiar (en el invierno), spa’s, etc.
Al llegar, nos reciben en el Westin Trillium Hotel con la misma emoción con la que nosotros llegamos, y aunque nos hacen retrasar porque las habitaciones aun no estaban listas, al final vale mucho la pena porque la vista desde la terraza es mas que espectacular hacia la montaña y los arboles que ya empiezan a tornarse rojizos, como cada Otoño. Apenas tiempo de desayunar y a unos 15 minutos en auto esta “Scenic Caves” -Nature Adventure-, un sitio para chicos y grandes, donde la diversión y el contacto con la naturaleza va garantizado. Un sendero que lleva hasta un par de cavernas con historia ancestral de antiguos pobladores y tribus canadienses. Mas en la punta, la explosión de adrenalina estalla con una larguísima tirolesa de mas de 300 metros en donde puedes alcanzar hasta 60 km/h de velocidad en el descenso <-RECOMENDADO.
Descubriendo la región de Collingwood.-
Nos vamos un poco al este, hasta una pequeña ciudad de esas que enamoran, como se logran ver en las películas, pequeñas, pintorescas, con relación fraternal y donde casi se conocen todos las que la habitan. Se alcanza a ver como mucha gente se saluda de calle a calle. Está instalado un mercado con productores locales, se vende desde café y artesanías, hasta productos comestibles frescos, como la manzana o la calabaza.
Entramos a un cafetería y a nuestro anfitrión lo saludan como si fuera de la casa, y a nosotros (el grupo) nos dan similar trato, junto con un café caliente sensacional.
Nuestro anfitrión, el “Councillor de Collingwood”, Kevin nos da un recorrido por la ciudad, primero a pie mostrando aspectos importantes, contando anécdotas y visitando a un par de artistas de la pintura. Luego nos vamos por camioneta hasta la playa, y poco mas tarde conocemos el muelle donde se construían los grandes barcos.
Volvemos al Hotel para descansar y conocer algo mas a detalle a los alrededores de la Villa. Subimos a lo alto de la montaña, que en el verano se usa para ciclismo de montaña con veloces descensos y en invierno, por supuesto, para esquiar.
Al dia siguiente nos es el día de la aventura, entre las muchas actividades que hay cuando se despide la nieve está la de un carrito autopropulsado (Ridge Runner) que alcanza los 50 km/h en un descenso de poco mas de 3 minutos. A un lado (el Bagjump), 3 saltos al vacío para caer en un colchón de aire y sentirse como cayéndose en un edificio en una película de Hollywood. Otro mas (llamado Woodlot) es un recorrido de fuerza y equilibrio con obstáculos, cuerdas, llantas y demás que lo hacen muy divertido…y cansado.
Hay que decir que, ya sea en el hotel o en la villa se puede encontrar de todo, y hablo de tiendas, bares, y casi todo tipo de restaurantes.
Recomendado para “lunamieleros”.-
Es sin duda, desde mi opinión muy personal, la mejor opción para parejas y lunamieleros…después para familias y luego para aventureros o solteros. Yo si vuelvo, no vuelvo solo…jeje!! y también buscaría un alojamiento alterno en el pueblito cercano para convivir un poco en el ambiente local (algo que amo hacer cuando viajo), y aunque hay una “playa” también muy cerca con actividades acuáticas, como kayak o surfing, dudo poder meterme a esas aguas “poco cálidas»
Volver a Toronto nos toma un poco menos de las 2 horas de ida (y sigo sin entender por qué), y es el momento de buscar un alojamiento en lo mas cercano al centro de la ciudad, lo cual también no me toma mucho tiempo porque tal ciudad cosmopolita tiene muchas opciones y para todos los bolsillos.
Canada es sin duda un gran país para viajar y visitar, de costa a costa tiene, ademas de paisajes y montañas maravillosas, una calidez en su gente dista mucho de lo frío que puede ser dicho país en cualquier temporada del año.