Archivo.- (27 Enero 2017)
Vancouver.-
Llegar a Vancouver es todo admiración, NO es la ciudad perfecta, pero está muy cerca de ello. Caminarla es espectacular y sorprende por casi todos lados. No tuve necesidad de probar el metro, porque ir a pie por sus calles es grandioso. Luego de un rápido trayecto desde el aeropuerto al hotel, ubicado en el centro de Vancouver, quedar instalado antes del check-in me pregunté ¿y ahora que hago?
El qué hacer, el qué ver, qué visitar, donde hospedarse y ¿cuánto dinero necesito llevar? son de las preguntas mas frecuentes y constantes que recibo por los medios en los que podemos estar en contacto, como Facebook, Twitter, Mail o hasta por Instagram…
Hospedaje.
Decidir el hospedaje es tan dudoso como el qué hacer por la ciudad; si que depende mucho, y en la mayoría de los casos la ubicación va acompañada de las actividades que se quieran hacer cuando se visita una ciudad.
Yo me alojé en el Century-Plaza, un hotel super bien ubicado, porque tienes casi todo a 15 minutos caminando. Puedes llegar caminando a Stanley Park, al Acuario, al Canada Place, a Granville Island Market, a cualquiera de los barrios destacados en Vancouver. No es el más económico, ni tampoco el más costoso, y vale la pena por el ahorro en transporte, taxi, etc. Si quieres abordar el metro, a dos calles está la estación.
Destacado el momento de la llegada, que fue muy temprano, por cierto. Eran las 11:00 am y me encontraba recargado en el mostrador del hotel a sabiendas que no me darían la habitación. Amablemente me atendieron y firmé la entrada, me advirtieron que el check-in es a las 3pm y no estaba lista aun la habitación. Me solicitaron tarjeta de crédito, para garantizar cualquier cargo o daño, como sucede en casi cualquier hotel. Algo pasaba con la terminal y con mi tarjeta que no podían hacer el cargo, así que la gerente de recepción amablemente (y sorpresivamente) me dijo que ya estaba lista una habitación que me podían dar para subir mi equipaje… pero, ¿y el cargo de garantía?, le pregunté, – no hay problema con ello, señor, disfrute su estancia en Vancouver -. LobbyRoom Hotel
Cuatro cosas que DEBES hacer en Vancouver.
Hay tantos cientos de cosas que hacer como de gustos variados, aunque hacerlas sin duda dependen del tiempo mas que del presupuesto porque hay muchas que se pueden hacer ¡GRATIS!
1.- Disfrutar del aire puro que emana de los grandes arboles de Stanley Park. El icónico parque de la ciudad, la tierra que Lord Stanley regaló para cuidar y conservar, esa que tiene mas o menos unos 500,000 árboles sembrados. Se puede caminar por alrededor de todo el parque, se puede hacer picnic y patinar. Visitar el área de los Totems es genial, y se le puede sumar conocer el Acuario (en este hay que pagar).
3.- Escapada a Capilano Suspension Bridge.- Llamado de esta forma por el río que lo cruza (Capilano River). Tendrás un recorrido de unos 140 metros por el puente colgante que está suspendido a 70 metros de altura sobre el río. Uno de los lugares turísticos más importantes de Vancouver, que presume más de 750.000 visitantes por año. Es mucho mas recomendable ir de día que de noche, pues los paisajes y las vistas de los arboles son mucho mas atractivas. Si tienes vértigo, tan solo espera que sea de noche y podrás cruzar el puente con toda tranquilidad. Hay autobuses gratuitos que te llevan directo a a puerta del parque desde puntos específicos en la ciudad. Al regreso solo muestras tu entrada al parque y también tienes el transporte gratuito. La entrada cuesta $40 dólares.Capilano Suspension Bridge
4.- Comer en Granville Island Public Market.- ésta islita cautiva desde el momento en que se entra; arte por doquier, tiendas, pinturas, grafitis, contenedores, casitas pintorescas, etc. Sorprende la calidez de la gente a pesar del frío de Diciembre. El viento se siente fuerte y frío, pero las ganas de caminar y conocer sobran. Cantantes y trovadores en vivo rodean el maravilloso sitio, el paisaje hacia los grandes edificios, las palomas y las aves le dan un toque especial. Ahí se mueve la gente que busca frutas, verduras y alimentos frescos y naturales. Yo me preocupo por encontrar un lugar donde comer, porque después de haberme brincado el desayuno, mi estomago pega gritos desesperados por algo de alimento. No soy para nada fan de las hamburguesas, pero me he comido por mucho… la mejor en mi vida, nada barato, pero la ME-JOR.
No hay duda que Vancouver es una ciudad para dedicarle mucho más que los 3 días que tuve disponibles. Una ciudad planeada, conservada, querida y protegida por sus habitantes, y también por sus inmigrantes. Tuve una buena primera impresión aquel lejano Octubre de 2015 cuando solamente pise el aeropuerto, luego me fui a otra ciudad de la provincia de la Columbia Británica, y una grandiosa experiencia en estos días de Diciembre.