El primer ascenso al Tepozteco

Tepozteco. Archivo (30 Agosto 2017)

Tepoztlan, pueblo mágico de Morelos que se encuentra a 25 minutos de Cuernavaca y una hora y media de la Cd de Mexico. Es de esos pueblitos que vuelves cuantas veces sea necesaria, sin ningún problema. Esta vez nos llevo el huir de la tormenta tropical Franklin, pensando en un escape de fin de semana. Han sido muchas veces las que he ido, pero NUNCA había subido al cerro a contemplar de cerca la pirámide del Tepozteco, como culturalmente se le conoce.

El Tepozteco es una zona arqueológica pequeña en el estado de Morelos que se cree su construcción fue entre los años 1150 y 1350. Está situada alrededor de los 2,300 metros sobre le nivel medio del mar, y el ascenso es de aproximadamente unos 600 metros.

Todo comenzó así.-

Después de las ligeras lluvias que alcanzó a dejar la tormenta tropical Franklin en Tepoztlán, el día era inmejorable para emprender el ascenso. Un amigo, habitante del pueblo, nos contó sobre la posibilidad de llegar por un camino alterno que tenía la mas mínima dificultad (lo bueno de hacer interacción con locales); había que llegar en auto mucho más arriba y rodeando la montaña, lo que en esencia era llegar a la pirámide bajando, y no subiendo.

En la salida a Cuernavaca tomamos una desviación para empezar a subir entre curvas una carretera pavimentada y en buen estado. Una vez arriba, algunos vecinos nos explicaron en donde estaba el “atajo” exactamente, y entonces era el momento de caminar. A menos de 100 metros de nosotros también se estacionaba un auto al pie del “atajo”; tres españoles enamorados de México buscando explorar senderos desconocidos (excelente filosofía) y un mexicano que les servia de guía…y que terminó sirviendo a nosotros de la misma manera. Así es como comenzó un ligero ascenso en una amplia calle empedrada. Nos emparejamos con el grupo y a paso lento fuimos subiendo. Luego de unos 20 minutos sin ver alguna bajada por ningún lado empecé a pensar que no estábamos en el camino correcto, pero sin preocupación, íbamos haciendo un “tracking” entre arboles de pino con una extensa y variada vegetación que hacia sentir la respiración mas pura que en la misma playa.

Explorando.-

Después de superar los 35 minutos caminando, siempre en ascenso “ligero”, nos dimos cuenta que aquella amplia callecita se había convertido en una estrecha vereda entre arboles y plantas que nos acariciaban las mejillas. El camino cada vez era más sinuoso, con raíces y grandes rocas que había que ir esquivando hasta que el ascenso ligero se acabó… y entonces se puso más rudo. Una ventana entre arboles y rocas nos mostraba muy a lo lejos la pirámide del Tepozteco; nos sorprendimos doblemente, pues no sabíamos si era la maravillosa vista o el cada vez mas complicado ascenso lo que nos quitaba el aliento.

Llegó un momento en el que perdí la noción del tiempo, me olvidé de grabar o tomar fotos para preocuparme por el camino, no dar paso en falso para seguir con concentración y coordinación la subida…luego pienso en lo necesario de tener condición física adecuada para cualquier imprevisto del camino ;).

Llegó un momento en que nos cruzamos con quienes en su aspecto atlético parecían mas alpinistas que unos simples turistas que querían explorar caminos diferentes, así que me preocupé un poco mas…jajaja! ¿Cuánto nos falta para llegar?, fue la pregunta les hice, la respuesta fue…”ya no mucho, como unos 200 metros”, ya solo les queda rodear esta piedra que se ve por aquí; y aquellos “200 metros” parecieron 2 kilómetros hasta la cima. UNA VISTA espectacular desde ahí. El paisaje es tan verde como el de la bandera de México y tan mágico como el propio pueblo. Maravillado porque desde aquel cerro al que ascendimos se alcanza a ver Cuernavaca… ¡impresionante!.

¡Sorpresa!.-

Una vez que se estabilizó el latir del corazón y nos relajamos con el paisaje, nos dimos cuenta que estábamos unos 300 metros por SOBRE la pirámide, pero que ademas de todo la veíamos muy lejana de alcanzar. Nuestros amigos españoles se despidieron porque llevaban un plan mucho mas aventurero. Nuestro plan original era llegar a la pirámide por un camino alterno que fuera mas sencillo y resultó todo lo contrario… mas alto y mas alejados. El destino nos dio una nueva oportunidad cuando encontramos a un par de guías de turismo de Tepoztlan que iban bajando por el sendero que en el que estábamos, y que conocían bien el camino que conectaba con el ascenso a la pirámide. Así que nos unimos a un nuevo grupo, ahora si, en aparente descenso.

Reconociendo el camino.-

Nos invitaron a continuar con la caminata cuesta abajo para encontrar al que lleva en su ultima parte a la pirámide. Un nuevo paseo entre grandes arboles de pino nos dio el impulso necesario para encontrar el resto de la gente que se les veía dejando medio pulmón camino hacia arriba, en ascenso a la pirámide.

Faltaba la parte mas complicada, una escalinata entre piedras y escaleras de fierro que vaya que cuesta subir…contabilicé este ultimo ascenso a la pirámide en 18 minutos, con calma y entre gente que sube y baja y por tanto hay que tener coordinación y cortesía para no tener algún accidente.

Recompensa.-

Llegar a la cima de la pirámide es todo un logro, así lo sentí. Ahí sobre la cima había mucha gente sonriente y emocionada de ver el paisaje. El acceso hasta la pequeña pirámide tiene un costo de $50 pesos, cuota que establece el INAH para mantenimiento. Los habitantes de Tepoztlán tiene acceso gratuito. Los niños NO pagan. Sentir el viento, admirar con paciencia el paisaje y la panorámica del pueblo es de lo que mas se disfruta al estar en la cima del Tepozteco.

Todo lo que sube, tiene que bajar…

Una vez que hemos disfrutado maravillosas vistas al pueblo mágico de Tepoztlán, nos toca emprender la bajada hasta la entrada original… lo de volver por el auto hasta el punto donde lo dejamos es para otra ocasión. Alguien del pueblo me dijo un día antes, “cuesta mas bajar que subir”…y entonces uno no entiende que es cierto hasta que lo vive. La bajada, es mucho mas tensa y complicada que la subida, mas cuando está húmedo por las lluvias y todo aquello se torna resbaloso y peligroso.

Es chistoso que la gente va preguntando con angustia cuanto tiempo les falta para llegar a la cima, y quienes van bajando, con animo siempre reducen el tiempo para animarlos a “estar a punto de llegar”. Es destacable la gente que va con niños pequeños en brazos, o los mismos niños pequeños subiendo con energía, como mi pequeño mochilerito. Luego de mas de una hora caminando en bajada… ¡por fin llegamos! Ha sido una gran experiencia, ha sido un logro personal… como aquellos que nos ofrece cada viaje. Si me preguntan si recomiendo subir a la pirámide del Tepozteco, la respuesta es SI, no lo duden. Si tengo que aconsejar algo es, llevar agua, usar ropa cómoda y ligera, usar tenis o zapatos de “trecking“, vi mujeres con “flats” o sandalias… y error, se pueden lastimar y se van a cansar mucho mas; pero sobretodo subir despacio, con tranquilidad, paciencia y perseverancia pues es una caminata muy cansada.

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